El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhu Bangzao, criticó el miércoles un informe estadounidense sobre asuntos religiosos internacionales, al que describió como un intento para difamar a China, intervenir en los asuntos internos del país y perjudicar las relaciones chino-estadounidenses.

En respuesta a la pregunta de un periodista, Zhu dijo que la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional publicó el primero de mayo su informe anual 2001 que hace comentarios impropios y acusaciones injustificadas sobre la situación religiosa en algunos países, incluyendo a China.

En el contenido relacionado con China del informe, la comisión distorsionó los hechos y atacó flagrantemente la política religiosa de China y la prohibición, de acuerdo con la ley, que impuso el gobierno chino a la secta Falun Gong, dijo Zhu.

El informe incluso pidió abiertamente al gobierno estadounidense que imponga barreras a la postulación de Beijing a los Juegos Olímpicos del 2008 y que continúe presentando una moción anti-China en las futuras sesiones de la Comisión de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos.

Al hacer esto, dijo Zhu, la comisión estadounidense ha violado las normas básicas de las relaciones internacionales e intervenido flagrantemente en los asuntos internos de China, y el gobierno y pueblo chinos expresaron su fuerte indignación y oposición a ese informe.

Zhu dijo que el gobierno chino protege la libertad de creencia religiosa de sus ciudadanos, de acuerdo con la ley, y que los ciudadanos chinos disfrutan de esa libertad siempre en apego a la ley.

Asimismo, el gobierno chino prohíbe, con base en la ley, a cualquier organización o individuo que realice actividades delictivas en nombre de la religión.

El vocero declaró que el Falun Gong es una secta maligna con características antihumanas, anticientíficas y antisociales, que adopta una actitud hostil hacia las religiones, perjudica el interés público y es un tumor de la sociedad.

La prohibición de China a la secta maligna protege los derechos humanos y libertades fundamentales de la vasta mayoría de la población y la acción ha obtenido el firme apoyo del pueblo, incluyendo a personalidades religiosas, dijo.

La Comisión de Estados Unidos de Libertad Religiosa Internacional intentó usar el informe mencionado para difamar a China, interviniendo en los asuntos internos de China y para sabotear las relaciones chino-estadounidenses, dijo el vocero, quien agregó que se demostrará que esa acción malintencionada será inútil.

El dijo que la parte china demanda que el gobierno estadounidense respete los hechos, se oponga al mencionado informe, tome medidas prácticas para anular su impacto adverso, deje de intervenir en los asuntos internos de China con las cuestiones religiosas como pretexto, a fin de evitar un nuevo daño a las relaciones chino-estadounidenses.