El Buda de Leshan está labrado en las rocas de una montaña y mide 71 metros. De lejos, se puede apreciar su figura de dimensiones realmente monumentales, la solemnidad de su semblante y su aire majestuoso. Viendo así, da la impresión de que el Buda es como una montaña o de que la montaña se parece a un buda. Cuando un experto de la UNESCO vino a China con motivo de una inspección del Buda, exclamó emocionado que puede competir en belleza con la Esfinge de Egipto y con el Valle de Faraones del Nilo. El Buda de Leshan, el primero del mundo por sus colosales proporciones, de enorme importancia histórica y cultural, empezó a ser tallado en el año 713, en la época de la Dinastía Tang y fue concluido en el año 803. Según las referencias existentes en China, fue el monje Haitong quien propuso su construcción a fin de controlar las inundaciones y salvar a los pobladores. Para tal fin, el mismo monje se empeñó en la tarea penosa de recorrer muchos lugares del país haciendo una colecta. Se topó con innumerables dificultades, algunas de ellas, como cuando perdió sus ojos en su empeño de defender las donaciones conseguidas, pues los avarientos funcionarios intentaron quetárselas. Pero, al final, esfuerzos no resultaron vanos y el Buda pudo finalmente erguirse.

En un comienzo, el Buda de Leshan estaba protegido bajo un pabellón de madera de 13 pisos. Desgraciadamente, entre las postrimerías de la Dinastía Yuan y los primeros días de la Dinastía Ming, ese medio de protección, otra obra de valor incalculable, fue destruido por las guerras. Desde entonces, el Buda de Leshan se halla al aire libre. Debido a las lluvias y el agua subterránea de la montaña situada detrás del buda, en la superficie del cuerpo del buda han empezado a crecer plantas y capas de musgo. Además, la contaminación del medio ambiente, como la lluvia ácida, también ha provocado el desprendimiento de la capa superficial del buda. En todo esto se puede advertir que la “salud” del buda es, de verdad, preocupante.

Según algunas referencias históricas, se han realizado, en diversas épocas, obras de mantenimiento y reparación. En la época contemporánea, se han hecho seis. Pero, estas tareas de mantenimiento no se han realizado en todas las partes del enorme cuerpo, sino en las más gravemente deterioradas. Además, han existido problemas tanto en el modo de realizar el mantenimiento como en el material empleado. En ningún caso, los encargados de velar por la integridad del buda han advertido que lo más importante es la prevención, es decir, la protección, en vez de la reparación. Afortunadamente, después de la fundación de la República Popular China, el Partido Comunista y el gobierno han desplegado esfuerzos orientados a proteger el buda. La última obra de limpieza y mantenimiento empezó el pasado 24 de marzo del presente año, considerado por muchos como la campaña de mantenimiento de mayor magnitud en los mil 200 años de existencia del Buda de Leshan.