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Relaciones Exteriores 



 

China se opone a la politización del tema de los derechos humanos


El 18 de marzo de 2002, se inauguró la 58 sesión de la Comisión de la ONU para los Derechos Humanos en Ginebra. La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhang Qiyue, anunció en conferencia de prensa que China espera que dicha comisión observe el principio de igualdad y respeto mutuo entre los diversos países, e intercambie de manera amplia y profunda opiniones sobre los derechos humanos, causa de preocupación general para las diversas partes. China se opone a la politización del problema de derechos humanos, protagonizada por algunos países. El organismo de la sesión anual y el foro sobre los derechos humanos debe favorecer el entendimiento mutuo y el aprendizaje de uno al otro país, aumentar el consenso y promover la causa de los derechos humanos internacional.

Al referirse a las recriminaciones infundadas que algunos países hicieron a China en este sentido, Zhang Qiyue expresó que la situación de los derechos humanos de China ha mejorado continuamente, sobre todo en los últimos 20 años, según se afianza la reforma y la apertura al exterior, pues los diversos grupos étnicos, incluidos los del Tíbet y Xinjiang, gozan de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Por tanto los reproches de esos países carecen de fundamentos, y la parte china se opone enérgicamente a que se ejerzan presiones bajo el pretexto de defender los derechos humanos, así como la politización de los mismos.

El 5 de marzo de 2002, el Departamento de Estado de EE.UU. publicó el Informe sobre Derechos Humanos de Estado de 2001, con el cual acusó a China de desacato a tales prerrogativas.

Según Zhu Muzhi, presidente honorario de la Sociedad China para el Estudio de los Derechos Humanos, la diferencia entre China y EE.UU. en cuanto al tema de los derechos humanos debe ser, y sólo puede ser, reducida a través del diálogo en pie de igualdad. El hecho de hacer comentarios indiscretos y críticas imprudentes y decir calumnias sólo puede perjudicar las relaciones entre los dos países, y EE.UU. tampoco se beneficiará de ello. El pueblo chino espera de todo corazón que EE.UU. haga más en favor del desarrollo de las relaciones de cooperación constructivas y también en pro de la paz y el desarrollo del mundo.

Jin Yongtian, presidente de la Asociación China de la ONU y ex Subsecretario General de la ONU, dijo que la organización siempre ha prestado mucha atención a la salvaguarda y la promoción de los derechos humanos en los diversos países, y ha establecido estrictamente la necesidad de observar el objetivo y los principios de la Carta de la ONU en este campo, es decir, no intervenir en los asuntos internos de otros países. La ONU nunca ha exigido o autorizado a EE.UU. a redactar y publicar el informe sobre los derechos humanos. La práctica estadounidense ha violado completamente el objetivo y los principios de la Carta de la ONU y el espíritu de las conferencias y los documentos internacionales correspondientes.

El vicepresidente y el secretario general de la Sociedad china para el Estudio de los Derechos Humanos, Dong Yunhu, expresó que el informe sobre los derechos humanos que ha hecho EE.UU. sólo critica la situación de derechos humanos de más de 190 países y regiones, y nunca habla de sus propios problemas, pasándolos por alto. La arrogancia con que EE.UU. asume el tema ha provocado que dentro de la propia sociedad estadounidense se desconfíe de la validez de los juicios vertidos en tales informes.